Plazo fatal vence en noviembre
• El alcalde asegura que no hay una opción mejor ni más barata
• Funcionarios confían en juntar el dinero sin afectar las finanzas
7 días.- Noviembre será el plazo fatal para que los regidores de Tepatitlán decidan si votan a favor de que se construya la nueva central camionera bajo el esquema de Asociación Público-Privada (APP), según advirtió Francisco Kono, representante del Grupo Impulsa, empresa que llevaría a cabo la obra y que estuvo en Tepatitlán para dar a conocer de manera oficial en qué consiste el proyecto.
Acompañado del alcalde Jorge Eduardo González Arana, el tesorero municipal Mario Barba y el director de Obras Públicas Oscar Camarena, el representante de la iniciativa privada informó que el proyecto total de la nueva terminal tendrá un costo de 130 millones de pesos y una vez construida, el municipio deberá aportar 590 mil pesos mensuales durante 30 años, por concepto de mantenimiento, cantidad que se irá a un fideicomiso y de donde Grupo Impulsa podrá disponer para los trabajos preventivos que requiera el inmueble y pagos del personal administrativo. Luego de esos 30 años la central camionera pasaría a manos del municipio.
Por su parte, el alcalde y el encargado de finanzas municipales aseguraron que del más de medio millón de pesos mensuales que habrán que darse a los administradores de la terminal, el municipio no aportará ni un peso, pues con lo que se cobre a las líneas de autobuses por uso de las instalaciones y las rentas de las oficinas y locales que habrá en el mismo edificio, saldrá para aportar al fideicomiso y hasta se prevé que pueda lograrse una cantidad mayor, cuyo excedente sería directo para el erario.
Sin embargo, más de la mitad de las oficinas y locales que haya en la nueva central, serán ocupados por las mismas dependencias del ayuntamiento, lo que sería un autopago de alquiler por el uso de las instalaciones.
González Arana explicó que aunque muchos regidores y otros actores de la sociedad se han opuesto a la construcción de la nueva central y su costo, los estudios previos indicaron que la zona y el precio de los trabajos son las mejores opciones y que de los que han alzado la voz para inconformarse, nadie ha presentado una propuesta real y más beneficiosa que el proyecto que hay actualmente sobre la mesa.
“También varios han salido con que las mismas líneas de autobuses harían una nueva central con sus recursos, pero en 20 años que tenemos con la actual central, nunca han dicho nada de hacer una nueva, entonces no sé de dónde sacan algunos que hay otras opciones sin costo para el municipio”, remató el primer edil.
También señaló el alcalde que aunque la construcción de la central lleva casi un año de retraso, se ha debido a cuestiones legales y al hecho de que no se contaba con un reglamento municipal para obras hechas con el esquema APP. Sin embargo ha trascendido en todos estos meses en que gran parte de los regidores, incluyendo algunos del mismo partido de González Arana, no están de acuerdo con el nuevo proyecto por cuestiones políticas y de otro tipo y no lo aprobarían en cabildo.
Por su parte Francisco Kono refirió que el plazo para que se apruebe el proyecto por parte del Grupo Impulsa ya había vencido, pero se dio una prórroga definitiva y a más tardar a finales de noviembre deberán los regidores aprobar la obra, o de lo contrario la empresa se retirará y el municipio deberá buscar otra forma de financiamiento, si es que quiere construir una nueva terminal.
El empresario además explicó que la sociedad que representa no es una institución financiera o crediticia, sino un grupo de personas que gestiona recursos para invertirlos en obras públicas bajo la autorización del gobierno federal y en el caso de la central de Tepa, el dinar provendría de fondos de pensiones de otros países.
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